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| Las norias de Homs de noche desde el Hotel en el que me hospedaba |
Hoy, que Homs ha
sido salvajemente masacrada y destruida por el tirano Bashar Al-Assad,
ante la indiferencia de occidente, me queda la tristeza por los bellos recuerdos
de Siria y de esta ciudad cuando la visité en 2007.
En mi memoria permanece el renqueante y rítmico ruido de la madera y la caida del agua de las gigantescas /centenarias norias de Homs y la tranquilidad del paseo nocturno por los alrededores del hotel. Recuerdo el espectáculo de los techos de los edificios cubiertos por miles y miles de antenas parabólicas en Alepo, mientras oigo el canto del muecín llamando a la oración de la noche en el minarete de la mezquita y la luna llena iluminando la ciudad. Asombrosas las ruinas romanas de Palmira y la puesta de sol desde la fortaleza en lo alto del cerro. Todavía saboreo los pistachos verdes que compramos camino de Homs.
En mi memoria permanece el renqueante y rítmico ruido de la madera y la caida del agua de las gigantescas /centenarias norias de Homs y la tranquilidad del paseo nocturno por los alrededores del hotel. Recuerdo el espectáculo de los techos de los edificios cubiertos por miles y miles de antenas parabólicas en Alepo, mientras oigo el canto del muecín llamando a la oración de la noche en el minarete de la mezquita y la luna llena iluminando la ciudad. Asombrosas las ruinas romanas de Palmira y la puesta de sol desde la fortaleza en lo alto del cerro. Todavía saboreo los pistachos verdes que compramos camino de Homs.
Hoy es Homs...
Habrá tiempo
para contar mis vivencias de Siria.
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| En algún lugar, camino de Palmira |
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| Vista desde la habitación del hotel de Alepo. |
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